Manual completo y actualizado de la teología moral católica que responde plenamente a las preguntas que sobre esta materia se hace el hombre de hoy.
Desde hace varios años se viene respondiendo a la necesidad de elaborar nuevos manuales de Teología, también de Teología Moral. Se echaban de menos unos instrumentos en los que, siguiendo la comparación evangélica, se ofreciera bien asimilado ´lo nuevo y lo viejo´.Esta tarea se ha visto facilitada por los documentos conciliares, el Catecismo de la Iglesia Católica, la encíclica Veritatis splendor sobre cuestiones morales básicas, etc. A esta necesidad ha respondido también el profesor Aurelio Fernández. En este libro resume y sintetiza su monumental obra en tres gruesos volúmenes publicada en Burgos. A ella remite en cada capítulo para que el lector pueda ampliar oportunamente sus conocimientos. Es una buena guía en la perplejidad del momento presente. Con claridad, sólida información y seguridad, expone el autor la doctrina de la Iglesia. Deseamos que tantas horas de trabajo, tanto esfuerzo y tanta reflexión presten el correspondiente servicio´ (Del prólogo de Mons. Ricardo Blázquez).
La presente edición de esta obra ya clásica, ampliada y revisada, constituye una sólida introducción al estudio de la Teología Moral, ya que expone con detalle los principios de la moral fundamental desde una perspectiva teórica y bíblica, las características y estructura del sujeto moral: conciencia, norma, ley natural, etc., y los principales temas de la moral especial: las virtudes cardinales; la moral sexual y familiar, bioética, moral social, económica y política.
Aurelio Fernández se doctoró en Filosofía en la Universidad de Salamanca y en Teología en la Universidad de Friburgo. Ha desempeñado diversos ministerios pastorales en la Diócesis de Oviedo: párroco rural, coadjutor y párroco de Mieres, director espiritual del Seminario, Consiliario Diocesano de la JOC y de las mujeres de A.C., director de la Escuela Social y miembro de la Comisión Diocesana de Liturgia. Ha sido profesor de Filosofía en el Seminario Diocesano, profesor de Teología Pastoral en la Facultad de Teología de Navarra, profesor Invitado de la Facultad de Teología de la Universidad de Maguncia (Alemania) y profesor de Teología Moral en la Facultad de Teología de Burgos.
Además de un centenar de artículos ha publicado numerosos libros, entre los que se pueden mencionar: Filosofía de la libertad, Sacerdocio común y sacerdocio ministerial, Hecho religioso y hecho cristiano, Introducción a la ética, Teología Moral. 3 vols., Ética social, La reforma de la Teología Moral. Medio siglo de Historia y Diccionario de Teología Moral.
En Ediciones Palabra ha publicado: El mensaje moral de Jesús de Nazaret, En qué creemos los cristianos y Pensar el futuro.
Es muy difícil hoy en día, si es que alguna vez no lo fue, definir el capitalismo. Entre otras razones porque hay muchos capitalismos. En su estado actual desborda lo económico para ir más allá de lo social y constituirse como una meta-teoría explicativa de casi todo. Más si cabe cuando parece que no tenga alternativas o cuando éstas se desconozcan. Uno de los propósitos centrales del libro es constatar que hay alternativas saludables más allá del capitalismo. Intentamos reseñar que es asequible mejorar lo que tenemos y, al tiempo, tratar de evitar los peligros que conllevaría perseverar con un sistema de producción y consumo que ha contaminado (en más de un sentido) tanto, que su vigencia nos llevaría (más precisamente a nuestros hijos) a la ruina.
Las diferentes propuestas estudiadas parten del concepto de Salud Social, afín a otros similares manejados en la literatura experta como progreso, crecimiento, desarrollo humano, o felicidad colectiva. Difiere, no obstante, de todos ellos en el protagonismo que se otorga al sujeto colectivo (social) y en la preponderancia conferida a valores no materiales e intangibles susceptibles de medición a través de los síntomas que denotan su carencia.
El texto, al que contribuyen autores de 6 países, pretende contribuir a abrir la perspectiva de los estudios de economía reconduciendo el área al redil de las ciencias sociales tras un largo y pretencioso recorrido por los predios de las ciencias supuestamente exactas.
¿Cómo alcanzar una vida humana lograda? Parece necesario acudir a una ética capaz de proponer pautas sólidas. Sin embargo, la abundancia de presentaciones y la debilidad de sus soluciones parecen obstaculizar ese objetivo hasta convertirlo en inalcanzable.
Tras más de quince años de investigación sobre las principales modalidades de la ética contemporánea, el autor presenta y valora las dos alternativas principales: el constructivismo ético, en sus dos versiones más difundidas según el legado de Kant y Hume, y el realismo ético, además de un estudio de la contribución a la Ética de Elizabeth Anscombe, tanto por su crítica al consecuencialismo moral como por su propuesta de una ética de las virtudes según el modelo aristotélico.
La Moral social estudia el obrar libre del hombre desde el prisma relacional. Es una reflexión sobre lo social inspirada en fuentes cristianas, pero se autoconcibe como un discurso abierto a todos, por varios motivos:
•El patrimonio de reflexión práctica que alberga la religión es apreciado con frecuencia también por fieles de otros credos o por no creyentes.
•Aunque parte de la fe, su propuesta consiste en un humanismo formulado en clave racional y accesible a cualquiera
•Puede trabajar no sólo en favor de intereses de los cristianos, sino promover el respeto de la persona y de las libertades de todos.
Rodrigo Muñoz y Gregorio Guitián son Doctores en Teología y profesores Agregados con docencia en el área de Moral Social en la Universidad de Navarra.
Las virtudes pueden ser una ayuda, pero también un obstáculo, un límite, un estorbo. En ese caso, no pocos optan por considerarlas algo ornamental. El juicio de prudencia se reduce entonces a la simple toma de decisiones, sin mapas ni códigos. Frente a esa opinión, el autor defiende la primacía de la persona y el respeto de su dignidad e integridad, como límite infranqueable de cualquier actividad biotecnocientífica. La bioética que propone no suprime las normas y llega aún más lejos, al no perder de vista el elemento esencial de la ética: la felicidad, el bien.
Ensayo breve sobre el liderazgo, elaborado desde una perspectiva ética, como una vía hacia la excelencia personal a través del trabajo. Asequible y profundo, reflexiona sobre las raíces antropológicas del ser humano, pues el buen líder debe extraer las mejores cualidades de las personas que trabajan con él.
¿Cómo puede saber cualquier hombre lo que tiene que hacer para proceder rectamente y agradar a Dios en todo momento? ¿Cómo actuar en las situaciones concretas de la vida de forma libre y justa?
La respuesta que los autores del Nuevo Testamento dan a esta pregunta es muy clara: el discernimiento personal de la voluntad de Dios, de acuerdo con las exigencias de la fe, representa la más completa liberación interior que puede vivir un creyente y la exigencia más radical que brota del mensaje de Jesús de Nazaret.
Ahora bien, por los evangelios sabemos que Jesús fue desconcertantemente liberal en algunas cosas pero muy exigente en otras. Por ello se comprende el desconcierto que produjo su predicación y su conducta. En este sentido, la conducta del hombre religioso tiene que ser un reflejo lo más perfecto posible de lo que fue la conducta de Jesús.
ENGLISH: Christian Discerment.
Discerning God’s will, according to the requirements of faith, is the greatest opportunity of personal liberation for a believer. Likewise, it is the most radical request born out of Jesus message.
La persona humana está llamada a alcanzar la perfección y la felicidad, la unión con Dios por el conocimiento y el amor, a través de la identificación con Cristo.
Identificarse con Cristo supone vivir las virtudes humanas y sobrenaturales.
En este Manual se estudian las virtudes humanas (salvo la justicia y las virtudes directamente relacionadas con ella, que son objeto de la Moral social).
Cuando se reflexiona sobre las virtudes humanas, es imprescindible ponerlas en relación con las virtudes sobrenaturales (teologales y dones del Espíritu Santo), porque la persona cristiana, que debe identificarse con Cristo (perfecto Dios y hombre perfecto) y continuar su misión en el mundo, debe ser al mismo tiempo muy humana y muy sobrenatural.
La familia ocupó un lugar muy importante en el Magisterio de Benedicto XVI. Cientos de veces se dirigió directamente a las familias y a aquellas instituciones, eclesiales y civiles encargadas de protegerlas. Algunas de estas intervenciones, por su relevancia, ocupan un lugar destacado: Encuentros Mundiales con las familias, Asambleas Plenarias del Pontificio Consejo para la Familia; apertura de la Asamblea Eclesial de la Diócesis de Roma; discursos a los presidentes para las Comisiones Episcopales para la Familia y la Vida, encuentros pastorales con las familias y con los novios, etc.
Javier Escrivá Ivars es catedrático de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del Estado y miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Dirige el Instituto de Ciencias para la Familia y el Máster en Matrimonio y Familia. Augusto Sarmiento es profesor ordinario de Teología Moral de la Universidad de Navarra, consultor en la Conferencia Episcopal Española de la subcomisión de la Familia y de la Vida, y consultor del Pontificio Consejo para la Familia. Ambos son autores de numerosas publicaciones.
Con motivo del Sínodo de la Familia que tendrá lugar en octubre de 2015, Rialp ha editado este pequeño volumen de textos de san Josemaría, que recoge una homilía ya publicada en “Es Cristo que pasa”, y una selección de preguntas y respuestas procedentes de “Conversaciones con monseñor Escrivá de Balaguer”. La vocación al matrimonio, la familia, los hijos, el papel de la mujer en la sociedad, la conciliación, el noviazgo, la fidelidad y la castidad, el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazareth y la importancia de rezar en familia son varios de los temas que se abordan en estas breves páginas.
En esta obra, los autores Nicolás Álvarez de las Asturias (ed.), Eduardo Baura, Carlos M. Morán Bustos, Miguel Ángel Ortiz y Luis Sánchez Navarro, se han propuesto afrontar las grandes cuestiones de índole canónico que se encuentran ahora en fase de discusión o reforma, partiendo de la predicación de Jesús recogida en los Evangelios. En el texto se hace ver cómo el derecho canónico, lejos de ser un obstáculo a la acción vivificadora y sorprendente del Espíritu Santo, resulta garantía del respeto de los derechos de las personas involucradas en las relaciones familiares. Se ha partido también de la convicción de que es el Espíritu quien ha guiado y guía a la Iglesia hacia la verdad plena a lo largo de su historia y de que la función del derecho canónico nunca puede interpretarse de modo independiente al desarrollo de la doctrina, fruto de la reflexión teológica y de la enseñanza autorizada del magisterio eclesiástico.
El empeño constante de la Iglesia por ayudar a la familia se ha hecho particularmente visible en estos primeros años de pontificado de Francisco, marcados por la celebración de dos asambleas del Sínodo de los Obispos.
La reflexión realizada en este tiempo ha puesto de relieve la necesidad de volver al Evangelio para encontrar en él la respuesta a los desafíos a los que se enfrentan en la actualidad el matrimonio y la familia, así como los caminos de acompañamiento para las familias que atraviesan situaciones particulares de crisis. En este empeño, la contribución que se espera del derecho canónico resulta determinante en muchos aspectos.