Ni con el Rey ni contra el Rey. Fiel a su lema de «informar con rigor, sin favor y sin temor», Pilar Urbano presenta un libro potente, intenso, con asombrosas revelaciones en el que, página a página, se ofrece al lector la aventura de descubrir una época que creía conocer. Es el revés del tapiz. Es la cara oculta de la Historia. Este libro introduce al lector tanto en los oscuros mundos de ETA yde la CIA, como en las inaccesibles estancias de El Pardo, La Zarzuela, el despacho oval de la Casa Blanca, las reuniones a puertacerrada del Club Bilderberg… allí donde se decide la paz y la guerra, la vida y la muerte.
Vea el lector unos titulares que resumen algunos episodios clavede la increíble odisea que vivió España hasta ver reinstaurada su monarquía:
• Franco sí pactó con Hitler.
• Don Juan: «Yo no me visto de nazi ni por todos los tronos del mundo.»
• El disparo mortal a Alfonsito narrado por el propio Juan Carlos.
• Marshall a Truman: «España interesa aunque Franco apeste.»
• Juan Carlos: «Papá, si a Franco le digo que no, llamará al primo Alfonso.»
• Sofía: «Juanito, tú informa a tu padre, pero no le consultes.»
• El juez: «ETA fue la mano material de la CIA.»
• Juan Carlos a Franco: «En estos años he aprendido mucho de sugalleguismo.»
• Juan Carlos, mientras Franco agoniza: «Pueden venir a coronarmeo a detenerme.»
Escrita entre 1879 y 1880, LOS HERMANOS KARAMÁZOV es la última novela que escribió Fiódor Dostoyevski (1821-1881) y supone una síntesis de todas las inquietudes existenciales del autor. Su compleja galería de personajes está presidida por Fiódor Karamázov, el padre, ruin, hipócrita, avaro, cínico y libertino, y por sus descendientes: Dmitri, sensual, orgulloso y cruel, pero también generoso y capaz de rasgos de bondad y sacrificio; Iván, un intelectual escéptico que niega la existencia de Dios y el amor al prójimo; Aliosha, un cristiano místico que opone al humanitarismo revolucionario y al nihilismo el amor a Dios y al prójimo, aunque tampoco es inmune a las sensaciones turbias que lo invaden, y finalmente Smerdiakov, el cínico y perverso hijo natural, carente de todo sentido de responsabilidad moral. La obra, que tiene uno de sus puntos culminantes con el célebre relato del Gran Inquisidor, refleja una concepción del hombre como campo de batalla en el que luchan Dios y el Diablo, el bien y el mal.w
Pocas veces como en “Grandes esperanzas” se presenta con más plenitud la oportunidad de poder entregarse al placer de leer por leer. En efecto, las venturas y desventuras que desde su infancia y en las primeras líneas empieza a contarnos el huérfano Pip nos arrastran con la fuerza de un río hasta un final feliz –concesión a las convenciones de la época–, aunque teñido de normalidad y melancolía. Entre tanto, y mientras transcurre a lo largo de los años el relato que de su vida nos hace el protagonista, Charles Dickens despliega ante nosotros una galería inolvidable de personajes –la brutal hermana de Pip y su marido, el sencillo Joe Gargery; la dulce Biddy, la extravagante señorita. Havisham, la desdeñosa y cruel Estella...– sometidos a las innumerables contingencias de la vida y de la naturaleza humana: temores, culpas, amores contrariados, accidentes, golpes de fortuna, ilusiones y frustraciones, descubrimientos imprevistos y pequeñas aventuras que dibujan una de las novelas más redondas del escritor inglés. Traducción de Miguel Ángel Pérez Pérez
...se diría que el ciego atribuía a cada sonido ciertas cualidades especiales: cuando de entre sus dedos salía volando una nota alegre y brillante del registro superior, alzaba animado la cara, como si acompañara hacia arriba el vuelo de la sonora nota. Y, por el contrario, ante el temblor pastoso, casi inaudible y sordo de una nota baja agachaba la cabeza y parecía que el pesado tono debía necesariamente precipitarse sobre el suelo deshaciéndose en él y perdiéndose en los apartados rincones.” Un profundo dolor se apoderó de la joven Anna al nacer su hijo Piotrus. Sabía que algo no iba bien, no reaccionaba a la luz. Finalmente se confirmaron sus sospechas, el niño no podía ver. El pequeño Piotrus, arropado por el cariño materno, irá paulatinamente descubriendo el mundo a través de los sonidos que le rodean. Irá relacionándose gracias al tacto con sus allegados, especialmente con sus padres y con el tío Maxim, un mutilado de las guerras garibaldinas con particulares ideas sobre la discapacidad. A veces, el exceso de ruidos desconocidos, como los de la naturaleza, aturden al niño, pero se irá adaptando. Irá desarrollando todas sus habilidades según va creciendo para captar por otros medios lo que la falta de visión le impide. La música será la clave en su proceso de madurez, hasta que llega el amor. El músico ciego es un clásico de la literatura rusa. Una obra delicada, llena de sensibilidad, que nos relata la atracción instintiva del hombre hacia la luz y lo que produce la falta de su percepción. Korolenko nos descubre cómo el instinto de superación del ser humano, aún sin todos sus sentidos, puede hacer volar la imaginación y alcanzar el éxtasis de la belleza. A través de su cuidada prosa, nos hace oír los sonidos armónicos y apreciar las sensaciones, incluso los colores e imágenes, que percibe el músico ciego. “Korolenko ha sido y sigue siendo el hombre más cabal de los centenares que he conocido; él es para mí la imagen ideal del escritor ruso.”Máximo Gorki
Si naces en Afganistán en el lugar equivocado y en el momento equivocado, puedes estar seguro que aunque seas un niño ágil como una cabra puede haber alguien que reclame que tu vida le pertenece. Sobre todo si tu padre muere mientras trabaja para un hombre poderoso y la mercancía del camión que conducía se pierde. En ese caso, puede que, para evitar que te capturen, tu propia madre te diga que tenéis que salir de viaje y te lleve a Pakistán, donde, tras hacerte prometer que te convertirás en un hombre de bien, te abandone a tu suerte.
Ese trágico gesto de amor está en el inicio de la prematura vida adulta de Enaiatollah Akbari, y del increíble viaje que lo llevará a Italia pasando por Irán, Turquía y Grecia. Toda una odisea que lo pone encontacto con la miseria y la nobleza de los seres humanos y durantela que, pese a todo, conserva la ironía y una maravillosa sonrisa.
«Geda consigue reconstruir un testimonio de la guerra, la violencia, el tráfico de seres humanos, la búsqueda de una vida ni siquiera mejor sino simplemente humana a través de la piel y de los huesos de un chico y con el ritmo de un cuento para niños. Trazando un sendero aconsejado también a los adultos.» Il Corriere della Sera
«Un libro bellísimo sobre la dignidad del ser humano y el coraje de sobrevivir.» Vanity Fair
La segunda mitad del siglo XIX ha sido considerada la edad de oro de la literatura y el pensamiento rusos. Nombres como Gógol, Tolstói, Turguénev, Dostoievski, Tiútchev, Soloviov, Filareto o Bújarev testimonian en su vida y en sus obras el alma rusa de manera desbordante.
Siendo cierto lo anterior, no conviene perder de vista que mucho antes de que los intelectuales hubieran alcanzado la suficiente madurez para intentar entender la hondura de la «autohumillación de Cristo», la actitud del pueblo ruso se nutría de la llamada evangélica a la mansedumbre, la pobreza y la obediencia. No en vano, desde tiempo inmemorial la gente humilde fue capaz de encarnar esta idea cristiana y recibir de ella la fuerza para vivir con una mínima dignidad su pobre y sufriente existencia.
Sólo más tarde fueron los intelectuales y literatos quienes en sus obras reflejaron con agudeza aquella paradójica verdad. Sobre esta categoría sorprendente de la autohumillación gira este original ensayo.
El autor nos ofrece una obra compleja, en la línea de El corto verano de la anarquía, centrándose en la figura del barón Kurt von Hammerstein-Equord (1878-1943), el general que en 1930 asumió el mando del ejército y se retiró después de que, en 1933, Hitler revelara sus planes en una reunión secreta. La biografía de Hammer­stein tiene ramificaciones e implicaciones históricas que traspasan las fronteras del Reich, primero, y las de la República Federal después. Así pues, gracias a la historia de la familia Hammerstein, el autor recupera todos los motivos y las contradicciones decisivas del «caso alemán»: desde las maniobras de Hitler para hacerse con el poder hasta la vacilación alemana entre el Este y el Oeste; desde la caída de la República de Weimar hasta el fracaso de la resistencia, y desde la fuerza de atracción de la utopía comunista hasta el final de la guerra fría.
«El interés por esos doce años de terror no debe agotarse nunca» (Ulrich M. Schmid, Neue Zürcher Zeitung); «A la vez ensayo histórico, novela familiar, reflexión sociopolítica, cuestionamiento filosófico y soberana libertad literaria, he aquí un libro duro, profundo, magnífico» (Serge Kaganski, Les Inrockuptibles).
Son pocos los escritores que como James Matthew Barrie pueden presumir de haber contribuido con su escritura a la creación de un mito. Autores de la talla de Mark Twain o Robert Louis Stevenson eran plenamente conscientes en su época de la valía artística de Barrie. Aunque su obra más conocida suele prescribirse para niños, la complejidad y la madurez de su discurso lo excluyen no pocas veces del canon de la literatura infantil, por lo que a menudo queda relegado al limbo o país de Nunca Jamás de los inclasificables. Muchos y variados son los textos del escritor escocés que se relacionan en mayor o menor medida con el personaje de Peter Pan. El niño que no quería crecer es la luz y la oscuridad de una época que sigue siendo la nuestra y ha calado en nuestra sociedad de manera insólita. Esta edición reúne una nueva traducción del corpus esencial de «Peter Pan», es decir, de todos aquellos títulos escritos por Barrie en los que Peter Pan es el principal protagonista.
Tres personajes se ponen en marcha un desapacible día de invierno: un mercader, su criado y un caballo. Al mercader le guía el deseo de acumular fortuna, es decir (en el ideario tolstoiano), la codicia, el engaño, la explotación. Hay un bosquecillo en venta y no quiere que nadie se le adelante. El criado y el caballo viajan simplemente a donde les lleva su destino. Pero el camino está cubierto de nieve, se pierden, el frío y la oscuridad se ciernen sobre ellos. Deben aunar fuerzas para sobrevivir y no todos tienen el mismo sentido de la solidaridad. Amo y criado, publicado en la revista El Mensajero del Norte en 1895, es uno de los mejores cuentos de la última época de Tolstói.