Estas páginas nos adentran en la vida de Francisco de Asís, vida que fue un prolongado e incesante canto del himno del Magníficat. Se recogen en ellas los Escritos del propio Francisco; las dos Vidas, de Tomás de Celano; la Leyenda mayor, de San Buenaventura; la Leyenda, de los tres compañeros; el Espejo de perfección; las Florecillas y las Consideraciones sobre las llagas; el Tratado de los milagros, de Tomás de Celano; la Leyenda menor, de San Buenaventura; el Anónimo de Perusa; la Leyenda de Perusa; el Sacrum commercium, y una serie de testimonios breves de los inicios de la orden; franciscana.
A los escritos recogidos se acompañan unas introducciones generales a cada una de las dos primeras secciones; introducciones particulares a cada fuente o grupo de ellas; notas al texto; tablas de concordancias, índice de materias, de personas y de lugares.
Este quinto volumen, continuación estricta e inmediata del anterior, sobre la filosofía del siglo XIX, prolonga la general “Historia de la Filosofía” que el benemérito P. Guillermo Fraile redactó con excepcional competencia en sus tres primeros volúmenes y que tan excelente acogida ha tenido en el mundo de habla española. La división en dos volúmenes se ajusta con bastante exactitud (sin forzar mucho la ordenación cronológica) a las dos mitades de la historia de la filosofía decimonónica. El presente contiene la exposición de los sistemas y autores de la segunda mitad del XIX. La división, además, viene impuesta por el espectacular viraje que ofrece el pensamiento filosófico, en radical oposición a la primera. En nuestro relato expositivo se van sucediendo los primeros teóricos del socialismo -signo de los nuevos tiempos-, junto con las formas más explícitas del materialismo.
La obra consta de 9 vols.
Esta Historia de la filosofía realizada por Guillermo Fraile (I-III) y Teófilo Urdánoz (IV-VIII) es ya una obra clásica en la BAC, alcanzando desde la aparición del primer volumen en 1956 numerosas reimpresiones. La constante y frecuente publicación de estos volúmenes es la mejor garantía de la buena acogida que esta importante obra ha tenido y tiene entre sus lectores. Pocos dramas ofrecen interés tan intensamente humano como el de las vicisitudes que ha seguido el pensamiento en su lucha por alcanzar la verdad. Mucho es lo que ha conseguido la inteligencia del hombre en veinticinco siglos de filosofía, y mucho más lo que todavía le resta por conquistar. Al lado de parcelas bastante bien cultivadas, quedan regiones inmensas en que apenas se ha iniciado la roturación. Esa trama multisecular, en que se entretejen los aciertos y los errores, es el campo que corresponde a la Historia de la filosofía. Una obra general no puede pretender la visión exhaustiva de todos y cada uno de los sistemas. Le basta con guiar al lector a través de las grandes rutas que ha seguido el pensamiento humano y acercarlo a sus representantes con espíritu de sinceridad, respeto, comprensión y gratitud.
La obra consta de 9 vols.
La filosofía del siglo xx ha proliferado en una multitud de direcciones y divergentes ramificaciones. Descartadas las formas de pensamiento más sistemáticas y de carácter especulativo y ontológico, de las que se ha dado cuenta en el tomo VI de esta obra, quedaban todavía por exponer las corrientes que se despliegan sobre un suelo empirista y de signo antimetafísico.
Dada la extensión de las mismas, la exposición se ha dividido en dos volúmenes, que abarcan las dos gran-des vertientes del neopositivismo y neomarxismo. A la primera corriente se dedica este tomo VII, que configura un bloque homogéneo. Se abre con un capítulo de filosofía de las ciencias, punto de partida de la nueva epistemología empirista, en que se esboza breve sinopsis de la prodigiosa eclosión de la ciencia moderna.
Ocupa luego un amplio espacio el estudio de las grandes figuras, Moore, Russell y Wittgenstein, fundadores de este nuevo giro del filosofar empirista por el análisis del lenguaje a través del simbolismo lógico y el significado de las proposiciones. La recensión de las dos escuelas del análisis lingüístico llena la parte central de exposición de la obra. La primera es la del positivismo lógico, que el llamado Circulo de Viena, fundado por Schlick y su grupo, desarrolla en la línea del empirismo radical sobre el principio de la verificación como norma suprema, y se continúa en Norteamérica con Reichenbach, Neurath y Carnap, transformando el análisis lingüístico en mera sintaxis lógica. La filosofía analítica constituye la segunda corriente. Cultiva la forma moderada de análisis de los usos del lenguaje ordinario, que desde Inglaterra, con Wisdow, Austin y Hare, pasó también a Estados Unidos con una nube de analistas como Strawson, Waissman, Stevenson, Toulmin, Morris, Quine y otros mil. El último capítulo sobre el neorrealismo angloamericano enlaza estrechamente con este movimiento, sobre todo a través de Whitehead.
El autor, T. Urdánoz, desarrolla la exposición de esta filosofía, de tanto interés actual y ya mundialmente di-fundida entre los estudiosos, con la misma claridad, rigor científico y abundante documentación en obras y textos originales que vienen admirándose en los volúmenes anteriores.
El presente volumen se inicia con un análisis del sistema filosófico y político-social iniciado en el siglo anterior (marxismo) y que, en el XX, se ha puesto en práctica y desarrollado de manera sorprendente (neomarxismo). En segundo lugar, se analiza un movimiento surgido a raíz de la Segunda Guerra Mun-dial conocido como «estructuralismo». Éste se presenta como una especial metodología científica para derivar, posteriormente, en una ideología filosófica que ha obtenido mayor predominio en el terreno de las ciencias humanas o ciencias de la cultura. Por último, se exponen los presupuestos de la llamada, desde León XIII, «filosofía cristiana», o lo que Pablo VI denominaba «filosofía escolástico-tomista», una filosofía en plena armonía con los dogmas de la fe y base de la explicación teológica de los mismos.
La obra consta de 9 vols.
Las páginas de este tomo continúan el estudio —profundo, sistemático y rigurosamente crítico— de un prolongado y denso período del pensamiento humano, cuya riqueza y vitalidad —de día en día más universalmente reconocidas— infunden nuevo significado a la desafortunada expresión Edad Media.
Iníciase la obra con la exposición del pensamiento judío y musulmán, recurso imprescindible para comprender el desarrollo de la corriente que en amplitud y hondura llena los siglos de la baja Edad Media: la escolástica. Sobre el horizonte lejano —y siempre presente— de la filosofía griega, judaísmo, islamismo y cristianismo tejen una complicada trama de mutuas relaciones que se prolongan hasta bien entrado el siglo XIV.
El examen de la especulación hebrea abarca el estudio de sus fuentes y de su expansión en Oriente, y sobre todo en Occidente, por obra de dos figuras eximias del pensamiento judío español: Ibn Gabirol y Maimónides. De modo paralelo se expone el desarrollo de la especulación islámica: una rama oriental —Al Kindi, Alfarabi, Avicena, Algacel— y filosofía hispanomusulmana. Un pórtico magnífico, en suma, a la época de máximo esplendor de la escolástica: el siglo XIII. Su estudio constituye el centro de la obra. El siglo XIII representa, sin duda, una etapa decisiva en la evolución del pensamiento europeo. En él se enriquece considerablemente el acervo cultural gracias a las traducciones de obras griegas, árabes y judías, y se plantea con más hondura y en términos casi dramáticos el antiguo problema de las relaciones entre razón y revelación. Como respuesta surgen a la luz las más espléndidas y logradas síntesis del pensamiento cristiano: San Alberto Magno, San Buenaventura, Escoto y, sobre todos ellos, recogiendo en una luminosa construcción del espíritu los valores de la filosofía griega, del pensamiento patrístico y de las especulaciones hebreas y musulmanas, Santo Tomás. El volumen se cierra con el estudio de la disgregación de la escolástica y de la «vía moderna», a las puertas ya del humanismo renacentista.
Edición original revisada y actualizada por Teófilo Urdanoz.
Es reimpresión en rústica de la obra que la BAC viene publicando desde 1960 en tapa dura (tela o cartoné al cromo).
La obra consta de 9 vols.
El presente volumen de la Historia de la filosofía se inicia con la exposición del intuicionismo vitalista de Bergson, con su original visión de la corriente universal de la vida en perpetuo devenir, que causó tan durable impacto y atracción en los espíritus. Siguen las nuevas formas del neokantismo alemán; de la escuela de Baden, con Windelband y Rickert, que inician la especulación de las ciencias del espíritu y su exaltación de la cultura; de la corriente siempre actual del historicismo, con la figura de su iniciador y máximo representante, Dilthey; los desarrollos del vitalismo e historicismo, con las grandes síntesis de las culturas elaboradas por Spengler y Toynbee. El pensamiento idealista adquiere nuevo empuje en las primeras décadas del siglo, con las originales aportaciones de los pensadores italianos Gentile y Croce y su floreciente escuela espiritualista, con el idealismo francés de Hamelin y Brunschvicg, y la prolongación del neoidealismo angloamericano. El panorama continúa con la forma típica del pensar americano: el pragmatismo de W. James y seguidores. La filosofía de la acción de Blondel ofrece especial interés en sí y por su repercusión en el pensar inmanentista subyacente al modernismo. El sociologismo de Durkheim es también presentado por su radical interpretación de lo social y el impulso que dio al desarrollo de la moderna ciencia sociológica.
Una fase más reciente del pensamiento se abre con la fenomenología de Husserl y su extensa escuela, que sigue inspirando otras direcciones actuales. De ella surge la filosofia de los valores de Scheler, que ha marcado la impronta a todo pensamiento y lenguaje axiológico. La vasta especulación metafísica de Hartrpann es un retorno al realismo ontológico, aunque cerrado a toda trascendencia. El existencialismo —Heidegger, Jaspers, Sartre y Marcel— se aborda en las sinuosidades de su divergente reflexión hacia la famosa búsqueda del ser y sentido de nuestra existencia.
En este volumen del P. Teófilo Urdánoz, que la BAC publica hoy en una nueva edición, la exposición del pensamiento filosófico alcanza igual maestría que en los tomos anteriores de la obra, ya hecha célebre desde las magníficas aportaciones del P. G. Fraile, por la profusa documentación, por el constante recurso a los textos originales y por la completa, metódica, objetiva y crítica exposición de los sistemas, sin descuidar la recensión habitual de autores secundarios.
A lo largo de las páginas del presente volumen de la BAC, segundo de la conocida Historia de la Filosofía del P. Fraile, asistimos al desarrollo de tres grandes temas: el encuentro del cristianismo con la filosofa, el pensamiento filosófico de los Padres y la génesis y evolución de la primera escolástica. El cristianismo no puede reducirse al ámbito del mero sentimiento religioso. Su mensaje contiene una doctrina original, una visión radicalmente nueva del ser del hombre, de sus relaciones con el mundo y de su destino esencial. La irrupción de la ver-dad cristiana en el mundo de la antigüedad, en el que podían escucharse todavía los ecos de los gran-des sistemas griegos, significó el inicio de una relación dialéctica entre razón y fe que llevaba en sí el germen fecundísimo de un nuevo amanecer del pensamiento humano.
Los Padres son los primeros pensadores que proyectan sobre la filosofía la fuerza renovadora del mensaje evangélico, al tiempo que incorporan a la explicación del dogma cristiano elementos tomados de las doctrinas platónica, estoica y aristotélica. La síntesis de cristianismo y filosofía que de este modo se construye en el pensamiento patrístico da lugar a una concepción del mundo, del hombre y de Dios incomparablemente más profunda que la lograda en las más geniales realizaciones del pensamiento griego.
El proceso de formación y desarrollo de la primera escolástica abre ante nosotros un amplio panorama intelectual en el que hacen su aparición las más variadas posiciones: dialécticos, místicos, humanistas, retóricos, teólogos... El impulso creador, la tensión dinámica y el anhelo de recuperación de los va-lores tradicionales y de progreso libre, por los caminos de la experiencia y de la razón, preparan la luminosa arquitectura científica y realista lograda por los grandes genios del siglo XIII.
Tal es el contenido de este segundo tomo, editado ahora por cuarta vez, y que recoge en su totalidad la primera parte del volumen II de la segunda edición. En la serie de obras filosóficas publicadas por la BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS, la "Historia de la Filosofía" ocupa puesto destacado por sus valores intrínsecos y por el continuado favor que le presta el público culto.
Con este cuarto volumen la BAC pone en manos de sus lectores un estudio amplio, profundo y sistemático de las grandes corrientes de pensamiento que protagonizaron el quehacer filosófico en la primera mitad del siglo XIX. En esta época asistimos a la formación de los gran-des sistemas de la filosofía moderna. En Kant confluyen y son, al tiempo, profunda y originalmente reelaborados los temas fundamentales del pensamiento filosófico anterior. La «revolución copernicana» que el idealismo trascendental inaugura lleva a su consumación la orientación subjetivista y antropocéntrica del pensar moderno; así, toda una visión de la realidad —ámbito hasta entonces del espíritu antiguo y tradicional de Occidente— es rechazada como secular «ensueño metafísico». Apoyándose en Kant, profundizando los cauces abiertos por él, el idealismo absoluto intenta romper el cerco impuesto a la metafísica por la Crítica de la razón pura. Fichte, Schelling y, sobre todo, Hegel significan el esplendoroso despliegue de un pensamiento audaz, de indudable fuerza y fecundidad, en cuya entraña alienta la pasión romántica por el todo. Schopenhauer y Krause —Krause es particular-mente interesante para el pensamiento español— enriquecen el panorama histórico con la aportación de un idealismo más personal, más próximo. Las teorías psicológicas de Herbart y Fries representan tan sólo la tímida reacción de un realismo que se mantiene adherido a fundamentales planteamientos kantianos. El volumen se cierra con la exposición de la corriente tradicionalista y del espiritualismo ecléctico de la Restauración francesa y del Risorgimento italiano. El libro constituye, pues, una síntesis y examen lúcido de un pensamiento que sigue inspirando de manera muy viva la búsqueda filosófica de nuestro tiempo. Con su publicación, se ofrece a los investigadores y estudiosos de la filosofía un instrumento utilísimo y una inagotable fuente de documentación.
--- ÍNDICE GENERAL ---
Nota preliminar
Bibliografía general
I: Manuel Kant. El idealismo crítico.
II: Ética, religión y estética en Kant.
III: Adversarios y seguidores de Kant.
IV: Fichte y el idealismo subjetivo.
V: Schelling y el idealismo objetivo.
VI: Schelling y el romanticismo.
VII: Hegel y el idealismo absoluto.
VIII: El sistema hegeliano.
IX: La escuela hegeliana y sus divisiones.
X: El voluntarismo pesimista de Schopenhauer.
XI: Krause y el krausismo.
XII: Reacción hacia el realismo.
XIII: El tradicionalismo.
XIV: Espiritualismo y eclecticismo.
Índice de nombres y materias
San Hilario de Poitiers (h. 310-367) fue, en Occidente, uno de los grandes defensores de la fe cristiana tal como fue formulada en el concilio de Nicea (325). Es conocido, sobre todo, por su gran tratado dogmático De Trinitate (La Trinidad [BAC, 1986]), pero es también autor de significativas obras exegéticas, como Comentario al evangelio de Mateo, el primer comentario en latín a este evangelio que ha llegado íntegro hasta nosotros. Considerado durante algún tiempo como una obra de juventud sin valor especial, la reciente crítica ha modificado este juicio. Las grandes intuiciones trinitarias y cristológicas que se van a desarrollar en las obras posteriores están ya aquí claramente presentes. Hilario aparece como un vivo opositor de las doctrinas arrianas, aunque tal vez no conociera todavía el credo de Nicea. A la vez, está ya en posesión de sólidos principios exegéticos, que aplica con rigor al examen del texto bíblico.
Luis F. Ladaria (Manacor, Mallorca, 1944), jesuita, se doctoró en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en 1975. Enseñó teología dogmática en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid y, desde 1984, fue Ordinario de esta misma disciplina en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. En 2008 fue nombrado Arzobispo Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.