El Concilio de Trento (1545-1563), el intento de la Iglesia Católica por poner en orden su casa como respuesta a la Reforma protestante, ha sido, durante mucho tiempo, alabado y criticado por cosas que no hizo. Ahora, en esta completa historia en un solo volumen –la primera de los tiempos modernos–, John W. O’Malley hace revivir las delicadas cuestiones que empujaron una y otra vez al borde del desastre a varios emperadores del Sacro Imperio, a varios reyes y reinas de Francia y a cinco papas –y a toda Europa con ellos–.
Durante los dieciocho años que duró el concilio, la guerra y la amenaza de guerra entre los principales actores, así como el ataque de los turcos otomanos contra la cristiandad, lo convirtieron en una empresa peligrosa. Los papas, que reinaban como monarcas italianos al tiempo que ejercían su ministerio pastoral, hicieron todo lo que estaba en su poder –y su poder era considerable– para mantener la reforma papal fuera del alcance del concilio. O’Malley muestra cómo el concilio llevó adelante su polémica agenda paralela de reforma de la Iglesia, afirmando al mismo tiempo la doctrina católica.
Como ya hizo en ¿Qué pasó en el Vaticano II?, también en este libro el autor despoja de mitología la verdad histórica, a la vez que proporciona un relato claro, conciso y fascinante de un episodio clave en la historia de la Iglesia, exponiendo los fracasos y los logros, en gran medida incomprendidos, de este momento crítico de la historia de Europa.
«Mi intención es sencilla: ofrecer una introducción al concilio de Trento que esté al alcance de todos los públicos y que preste cierta ayuda a los historiadores y teólogos profesionales. En él espero desactivar algunos de los muchos mitos y malentendidos que existen acerca del concilio. Describo el contexto en que se celebró, los problemas que abordó y las soluciones que propuso. Ofrezco un marco que permite comprenderlo como un acontecimiento único, aunque extraordinariamente complejo» (Tomado de la Introducción).
JOHN W. O’MALLEY, SJ, profesor del departamento de teología de la Universidad de Georgetown, es un historiador de la Iglesia especializado en la Europa de los siglos XVI y XVII. Con su obra Los primeros jesuitas, traducida a doce lenguas y publicada en español por Mensajero y Sal Terrae, obtuvo el premio Jacques Barzun de historia de la cultura y el premio Philip Schaff de historia de la Iglesia. John W. O’Malley fue elegido miembro de la American Academy of Arts and Sciences en 1995, y de la American Philosophical Society en 1997. Fue presidente de la American Catholic Historical Association y de la Renaissance Society of America. El padre O’Malley ha recibido también premios a la obra de toda una vida, tanto por parte de la Renaissance Society of America como de la Society for Italian Historical Studies. Sal Terrae ha publicado también sus libros: Historia de los papas: desde Pedro hasta hoy y ¿Qué pasó en el Vaticano II?, y en Ediciones Mensajero ha visto la luz su Historia de los jesuitas: desde Ignacio hasta el presente.
No hay vida sin conflictos, nacidos por lo general de la convivencia con los demás. Lo cual no significa necesariamente la existencia de malas relaciones entre personas o grupos, sino que pueden ser indicio del interés de unos por otros y expresión de una relación viva.
Precisamente porque quieren vivir juntas, las personas están dispuestas a discutir con los demás, a soportar conflictos y a buscar una solución. Y es que, en cualquier caso, los conflictos deben resolverse, si se quiere hacer avanzar a la comunidad e incentivar nuevos desarrollos, además de aportar claridad a las relaciones interpersonales.
Sobre la resolución de conflictos se han escrito muchos libros que nos ofrecen indicaciones muy valiosas acerca del modo de manejar las situaciones conflictivas. Por su parte, Anselm Grün, partiendo de determinados relatos bíblicos, y teniendo presentes las conclusiones a que han llegado la psicología y la investigación referida a los conflictos, así como la tradición benedictina al respecto, reconoce en dichos relatos algunas soluciones concretas en relación al modo en que debemos manejar hoy los conflictos que se nos presentan, concretamente en tres ámbitos de la existencia: los conflictos en la familia y en la relación de pareja, los conflictos en el mundo del trabajo y los conflictos en el ámbito de las parroquias y de las comunidades religiosas.
ANSELM GRÜN, doctor en Teología, es uno de los maestros espirituales más apreciados en la actualidad. Las ediciones de sus libros, traducidos a más de treinta lenguas, alcanzan millones de ejemplares. Su lenguaje, comprensible para todos, encuentra un eco especial en un amplísimo abanico de personas por su cercanía al ser humano concreto y a la realidad de su vida. El Grupo de Comunicación Loyola ha publicado numersos títulos de este autor.
La teología de la esperanza y la teología de la liberación tienen raíces comunes: ambas reflexionan críticamente sobre unas sociedades en las que es preciso ofrecer signos de vida en medio de incontables peligros de muerte.
Jürgen Moltmann y Leonardo Boff, con su pasión por la vida, nos recuerdan que Cristo sigue siendo crucificado y vive a diario su pasión en quienes sufren, en quienes mueren prematuramente, en los muchos hombres y mujeres para quienes, como para el Niño de Nazaret, no hay lugar aún en este mundo.
Pero el mal y el sufrimiento no son para ellos un hecho inexorable, una sentencia condenatoria para la humanidad. La pasión del mundo es una invitación que Dios nos hace, hoy y siempre, a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, a hacer de sus dolores nuestro propio dolor. Solo así podrá romperse el ciclo de muerte y de opresión que atormenta a una humanidad marcada por la explotación salvaje de la creación.
JÜRGEN MOLTMANN, que fue profesor de Teología Sistemática en la Universidad de Tubinga, saltó al primer plano de la literatura teológica con su célebre Teología de la esperanza, que marcó toda una época y sigue gozando de plena actualidad.
LEONARDO BOFF, por su parte, es profesor emérito de Ética, Filosofía de la Religión y Ecología en la Universidad Estatal de Río de Janeiro. Sus más de setenta libros han sido traducidos a las principales lenguas, y su interés actual se centra en los temas relacionados con la teología y la espiritualidad.
Por todas partes se respira un intenso deseo de familia, que intentamos escuchar con apertura y queremos favorecer. Este deseo de familia persiste a pesar de la complejidad de la problemática familiar en nuestro mundo y la gravedad de su situación en muchos lugares.
Ofrecemos una nueva mirada sobre la familia, con estas claves. No prescinde de la doctrina eclesial sobre el matrimonio y la familia. Sin embargo, incorpora una triple impostación: la misericordia; la gradualidad de los procesos humanos y familiares; y el sentido pastoral, para evitar que la aplicación indiscriminada de la doctrina genere situaciones que rechinen contra el sentido común y el sentido del evangelio. Esta nueva impostación exige una reflexión seria para ir moldeando los cauces, modos, caminos y razones que la conformen y sostengan.
En definitiva, nos situamos como un párroco que mira con los ojos del buen pastor a su rebaño, que sufre y busca la felicidad. Este párroco, bien formado en teología sacramental y moral, en derecho canónico y en pastoral, no mira a las personas concretas, con sus historias, sus búsquedas, sus errores y sus sufrimientos como un profesor que pontifica desde la cátedra de modo abstracto sobre el ideal de la familia cristiana: la fidelidad, la indisolubilidad, la apertura a la vida, la sacramentalidad del matrimonio rato y consumado. Conoce toda la gama de grises en que discurre la vida de tantas personas, donde los ideales no deben impedir la bondad del paso modesto en línea con el evangelio y la humanización que se puede dar, que conviene apoyar, sugerir en su caso, y bendecir siempre con afecto, apoyo y cercanía.
GABINO URÍBARRI BILBAO, sj. Doctor en Teología y licenciado en Filosofía y Letras (sección Filosofía). Profesor ordinario del Departamento de Teología dogmática y fundamental de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) y miembro de la Comisión Teológica Internacional. Ha sido decano de la Facultad de Teología y la Facultad de Derecho Canónico de la U. P. Comillas. Es autor, entre otras publicaciones, de La singular humanidad de Jesucristo (Madrid 2008) y coautor de El corazón de la fe. Breve explicación del credo (2013).
JOSÉ MANUEL CAAMAÑO LÓPEZ. Doctor en Teología y Máster en Bioética. Profesor propio de Teología moral en la Facultad de Teología de la U. P. Comillas y Director de la Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión.
BERT DAELEMANS, sj. Ingeniero-arquitecto y doctor en Teología. Profesor colaborador asistente de Teología de los sacramentos y pneumatología en la Facultad de Teología de la U. P. Comillas de Madrid.
PABLO GUERRERO RODRÍGUEZ, sj. Licenciado en Teología, en Filosofía y en Psicología. Master of Arts in Marriage, Family and Child Counseling. Profesor de Teología pastoral en la Facultad de Teología de la U. P. Comillas.
DIEGO MOLINA MOLINA, sj. Doctor en Teología y licenciado en Filología Clásica. Rector de la Facultad de Teología de Granada. Catedrático del Departamento de Teología dogmática de la Facultad de Teología de Granada. Profesor de Eclesiología e Historia de la Teología.
CARMEN PEÑA GARCÍA. Doctora en Derecho canónico y licenciada en Teología dogmática y fundamental y en Derecho. Profesora propia agregada de la Facultad de Derecho Canónico de la U. P. Comillas, y Directora del Especialista en Causas Matrimoniales Canónicas. Ha participado como experta en la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de la Familia de 2014.
JAVIER DE LA TORRE. Doctor en Derecho y licenciado en Filosofía y en Teología moral. Es director de la Cátedra de Bioética y profesor de Moral de la persona en la Facultad de Teología de la U. P. Comillas.
FERNANDO VIDAL FERNÁNDEZ. Doctor en Sociología. Director del Instituto Universitario de la Familia de la U. P. Comillas y profesor de su Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. Presidente de la Social Sciences Network de la Federación Internacional de Universidades Católicas. Co-lidera la Comisión Internacional de Pastoral de Familia de la Comunidad de Vida Cristiana Mundial (CVX-CLC).
La liturgia es el corazón de la Iglesia, la cima de nuestra actividad y, al mismo tiempo, la fuente de donde obtenemos fuerza para desarrollarla. Por eso, nada tiene de extraño que la reforma de la liturgia fuera la reforma posconciliar de mayores consecuencias. La reforma litúrgica ha marcado como ninguna otra el rostro de la Iglesia posterior al concilio Vaticano II; sin embargo, también ha suscitado como ninguna otra reforma la acerba crítica de los círculos tradicionalistas.
A la vista del actual debate sobre la liturgia, Walter Kasper responde a la pregunta sobre cómo se puede seguir hoy adelante: no se trata de romper con la tradición y de innovar por innovar, sino de llevar a cabo una renovación desde el espíritu de la liturgia y su tradición, que es una tradición viva. Solamente una renovación litúrgica semejante propiciará la necesaria renovación eclesial. La renovación debe nacer de una reflexión teológica y acontecer en confrontación crítica y a la par constructiva con el espíritu de la época. De ahí que el cardenal Kasper no se centre tanto en propuestas concretas de reforma, que no escasean, sino en una reflexión sobre el espíritu y el sentido de la liturgia ante la crisis de la Modernidad.
«La liturgia es el corazón palpitante de la Iglesia. Por eso era inevitable que ya desde mi juventud y mis años universitarios me ocupara de este tema. [Y también] en cursos periódicos durante los más de veinte años que duró mi actividad académica… Los encuentros con las Iglesias ortodoxas me han permitido aprender mucho de su profunda comprensión del misterio litúrgico. En los diálogos con los cristianos evangélicos, el arduo camino hacia una comprensión compartida de la eucaristía y la celebración en común de la misma ha sido un objetivo permanente. La contribución que abre el presente volumen, en la que se abordan desde una óptica fundamental diversos Aspectos de una teología de la liturgia, ha sido escrita en el último año a la vista de los nuevos debates, en parte vehementes, sobre la renovación posconciliar de la liturgia» (Tomado del Prólogo).
WALTER KASPER nacido en 1933, nacido en 1933, doctor en teología y profesor de Dogmática, fue obispo de la diócesis de Rotemburgo-Stuttgart de 1989 a 1999. Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, fue elevado a cardenal en 2001. Es uno de los principales teólogos actuales y goza de un respeto generalizado en el mundo ecuménico. La editorial Sal Terrae está publicando la edición en lengua española de su Obra Completa.
Además de La misericordia, El evangelio de la familia y Teología del matrimonio cristiano, entre los libros de Kasper que han visto la luz en la editorial Sal Terrae destacamos: El Evangelio de Jesucristo / Jesús el Cristo / La Iglesia de Jesucristo / El Dios de Jesucristo / Caminos hacia la unidad de los cristianos / El papa Francisco: Revolución de la ternura y el amor.
GEORGE AUGUSTIN (ed.), catedrático de Teología dogmática y fundamental, es director del Instituto de Teología, Ecumenismo y Espiritualidad «Cardenal Walter Kasper».
Este libro nace de la preocupación de un padre por que a sus hijos no se les obture el sentido de la trascendencia. Vivimos en una sociedad en la que impera una especie de banalidad intrascendente, que no es sino una concepción meramente horizontal de la vida. «El mundo no es nada más que lo que ves, aprovéchate rápido de todo y disfruta al máximo sin pensar en las consecuencias». Carpe diem, sin memento mori: exprime el momento como si tu vida nunca fuese a tener final.
En un clima social, y hasta eclesial, en el que el acceso a Dios y la propia experiencia espiritual parecen reñidos con el pensamiento, el concepto y la especulación en general, el autor nos propone lo que podríamos denominar una «mística especulativa». Por eso, teología y filosofía caminan juntas en esta reflexión. Y lo hacen de la mano de Agustín, Anselmo, Kant, Ortega, Bergson e, incluso, Antoni Tàpies.
La idea de Dios, en sí misma, lleva dentro de sí una invitación a ir más allá de lo inmediato, a trascender la superficie de la existencia hacia la profundidad de lo eterno. Este ensayo es una invitación a entrenarse en el aprendizaje de la visión de lo invisible. De ahí que este pequeño libro quiera luchar contra la banalidad, la estulticia, el ruido, la superficialidad que solo busca diversión, entretenimiento, espectáculo y, por ende, olvido de sí.
Con un estilo claro y directo, como un padre habla a sus hijos, el autor nos invita a buscar y entrever –contra Dawkins y compañía– ese invisible misterio, ese verdadero Absoluto que ninguna razón científico-técnica es capaz de agotar. La visión de lo invisible aúna, de un modo ameno y sencillo, una honda reflexión religiosa, mística, metafísica, teológica y estética en la que confluyen naturalmente vida y pensamiento.
«Confío en que esta obra sea para todos ocasión de asomarse a temas y cuestiones no muy visitados, pero, para quien se adentra en ellos, de honda e incluso fascinante densidad humana» (Tomado del Prólogo de Andrés Torres Queiruga).
PEDRO CASTELAO (Ribeira, 1975) es doctor en Teología y licenciado en Filosofía. Profesor de antropología teológica en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid). Miembro de la Comisión permanente de la Cátedra Ciencia, Tecnología y Religión del ICAI. Es director de Encrucillada. Revista galega de pensamento cristián y profesor invitado en la Universidad Interamericana de Puerto Rico (EE.UU.). Ha publicado El trasfondo de lo finito. La revelación en la teología de Paul Tillich (2000); La escisión de lo creado. Creación, libertad y caída en el pensamiento de Paul Tillich (2011), así como numerosas colaboraciones en libros y diversos artículos en revistas especializadas.
La imagen histórica que el libro de los Hechos de los Apóstoles presenta es decisiva para nuestra visión sobre los orígenes cristianos. Porque, a pesar de la crítica puntual que la investigación ha hecho a algunos de sus rasgos, sus líneas fundamentales se han mantenido intocables, y siguen así marcando las coordenadas para la reconstrucción histórica que suele hacerse del cristianismo primitivo. El presente estudio intenta precisamente un análisis crítico de esas líneas básicas de la imagen de Hechos.
El camino recorrido en el estudio tiene dos grandes etapas. La primera se hace en los cuatro primeros capítulos. A lo largo de ella, se van descubriendo los rasgos principales del carácter de Hechos: en cuanto a su base tradicional, a su configuración literaria, y a su origen e intención dentro del movimiento cristiano de fines del siglo I. La segunda etapa se recorre en los cinco capítulos siguientes. Su atención se centra en los rasgos principales de la imagen ofrecida por Hechos, haciendo también la valoración de ella por medio de una comparación detenida con las noticias de la antigua tradición cristiana, testificada en los mismos relatos tradicionales de Hechos, en las cartas auténticas de Pablo, en los evangelios sinópticos y en el evangelio de Juan. Se pasa así revista, en cinco sucesivos capítulos, a los grandes temas de los orígenes cristianos: los inicios del movimiento cristiano, la estrategia y la escenificación de la antigua misión cristiana, la unidad del cristianismo primitivo, y la imagen de Pablo.
Como resultado principal del análisis, se va perfilando a lo largo del estudio una imagen sobre los orígenes cristianos mucho más amplia y variada que la de Hechos. Según ella, la historia real del cristianismo primitivo fue, de seguro, mucho más diferenciada que la imagen monolítica, de unidad compacta, que presenta el libro de los Hechos de los Apóstoles.
SENÉN VIDAL nació en 1941 en San Pedro de Trones (León). Ha publicado recientemente en esta misma colección Nuevo Testamento. Edición preparada por Senén Vidal (Sal Terrae 2015). Anteriormente, ha publicado en los sellos del Grupo de Comunicación Loyola las siguientes obras: Jesús el Galileo (Sal Terrae 2006); Pablo. De Tarso a Roma (Sal Terrae 20082); Iniciación a Pablo (Sal Terrae 20082); El documento Q. Los primeros dichos de Jesús (Sal Terrae 2011); Las cartas auténticas de Pablo (Mensajero 2012); Evangelio y cartas de Juan. Génesis de los textos juánicos (Mensajero 2013); Iniciación a Jesús de Nazaret (Sal Terrae 2014).
«El celibato aparece en nuestros días como una de las realidades más originales y más contestadas del cristianismo. El historiador sabe que ha sido así desde el principio». Esta cita sirve a Juan María Uriarte como punto de partida para un tratamiento interdisciplinar del celibato desde aquellos saberes con los que está familiarizado y, concretamente, desde la antropología, la teología, la espiritualidad y la experiencia del trato pastoral con muchos célibes.
Su reflexión parte del análisis del contexto cultural en que los sacerdotes viven hoy el celibato (cap. 1). A continuación expone de forma sencilla, pero suficientemente rigurosa, algunas tesis sólidas de antropología sexual. Se trata de una exposición muy conveniente, puesto que el celibato auténtico no es una negación de la sexualidad, sino otra manera de vivir nuestra condición sexual (cap. 2).
Acto seguido, recoge algunas afirmaciones de la antropología del celibato, orientadas a descubrir su posibilidad y su dignidad humana, hoy cuestionadas por la mentalidad predominante (cap. 3).
El capítulo 4 muestra las dimensiones cristológica, eclesiológica y escatológica del celibato cristiano, y establece entre él y el matrimonio una saludable confrontación que desvela el carácter complementario de ambos estados de vida.
La teología del celibato inspira una espiritualidad específica, cuyos rasgos son descritos y analizados en el capítulo 5.
La naturaleza carismática del celibato no solo no exime de un aprendizaje, sino que, por el contrario, lo reclama. Los dos últimos capítulos están expresamente dedicados a la pedagogía necesaria para garantizar este aprendizaje. El primero de ellos describe las características de un celibato sano y logrado, y enuncia criterios operativos (cap. 6); el segundo y último presenta orientaciones y tareas concretas (cap. 7).
JUAN MARÍA URIARTE nació en Frúniz, Vizcaya, en 1933 y fue ordenado sacerdote en 1957. Licenciado en teología por la Universidad Pontificia Comillas y en psicología por la Universidad de Lovaina, obtuvo la diplomatura en psicología religiosa por el Instituto AMAR de París. Nombrado obispo auxiliar de Bilbao en 1976, obispo de Zamora en 1991 y obispo de San Sebastián en 2000, estuvo al frente de esta diócesis hasta 2010. En la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (1978-1990) y de la Comisión Episcopal del Clero (1990-1993), de la que fue presidente de 1993 a 1999. Perteneció a la Comisión Permanente de la CEE (1993-2005) y fue miembro de su Comité Ejecutivo de 1999 a 2005.
Autor de numerosas obras, en la editorial Sal Terrae han visto la luz recientemente cuatro libros suyos: Una espiritualidad sacerdotal para nuestro tiempo / Servir como pastores / Ser sacerdote en la cultura actual (en colaboración) / La reconciliación.
«El mundo de hoy está pidiendo a la Iglesia que sea un lugar de relaciones terapéuticas que hagan bien a la vida. A este reto desea responder el presente libro sobre teología pastoral, que constituye una propuesta actualizada de desplegar las implicaciones de la teología, cuando esta quiere ser práctica, como también ha sido llamada en otros momentos de la historia.
»No se trata solo de buscar la aplicación de la teoría a la praxis, sino más bien de comprender el dinamismo teológico subyacente en la historia, buscando el modo de ser testigos de un seguimiento auténtico de Jesús, relacionando saludablemente teoría y praxis desde la dinámica propia de la teología pastoral, que ve en la persona concreta el camino privilegiado de la Iglesia por el que pasa el misterio de la Encarnación y de la Pascua.
»La teología pastoral, considerada de segundo rango en otras épocas, tiene su propio objeto de estudio, y su método, y en ella se subraya la misión evangelizadora de toda la Iglesia en el mundo de hoy, con su riqueza y variedad de contextos socio-culturales. Más aún, la teología pastoral tiene un poder humanizador dentro del conjunto de las diferentes disciplinas teológicas. Contribuye a realizar un diálogo muy especial entre teoría y praxis, un diálogo fecundo, que lleva a ver la realidad y la fe con mirada comprometida.
»La teología pastoral, en efecto, está caracterizada por su dimensión operativa, es decir, por su rica referencia a la acción, de la que también nace la teoría. Han quedado atrás los viejos tiempos en los que la pastoral se reducía a la vida litúrgica y la teología pastoral a la aplicación de la teología (teoría) a la praxis. La teología pastoral tiene su propia identidad y un rango no menor que cualquier otra teología. Por eso, este libro contribuirá a la formación de los teólogos con una visión pastoral adecuada a los tiempos de hoy» (Tomado del Prólogo de José Carlos Bermejo).
LUCIANO SANDRIN, sacerdote camilo y licenciado en psicología y en teología, es profesor de Psicología de la salud y de la enfermedad en el Camillianum, en la Universidad Gregoriana, en la Universidad Lateranense y en otros ateneos de Roma. Colabora como experto en la Agenzia della Santa Sede per la Valutazione e la Promozione della Qualità delle Università e Facoltà Ecclesiastiche (AVEPRO). Es uno de los editores del Dizionario di Teologia Pastorale Sanitaria (Camilliane, Torino 1997) y autor de numerosos escritos, entre los cuales destacan: La Iglesia, comunidad sanante. Un reto pastoral (2000); Frágil vida. La mirada de la teología pastoral (2008); Perdón y reconciliación. La mirada de la psicología (2014). En Sal Terrae ha publicado Ayudar a los demás. La psicología del buen samaritano (2014).
«El núcleo íntimo de la fe cristiana no es ante todo una cosmovisión ni un programa moral, sino una relación y, más en concreto, la relación con una persona. El cristianismo es fe en Jesucristo, en quien Dios nos ha mostrado a los seres humanos su rostro verdadero; consiste en entablar y vivir una relación de íntima amistad con el Cristo crucificado y resucitado. Al igual que en toda amistad humana los amigos de nuestro amigo se convierten también en amigos nuestros, así no es posible vivir como cristianos la amistad con Cristo sin vincularnos al mismo tiempo con todos los amigos de este. Entablar amistad con Cristo significa, en consecuencia, incorporarse simultáneamente a la gran comunidad de sus amigos, llamada Iglesia por la fe cristiana».
Esta convicción profunda, expresada en las primeras líneas del «Prólogo a la edición en lengua española», es uno de los pilares de la presente eclesiología de Kurt Koch, quien nos ofrece una visión de conjunto de la Iglesia que es, por su misma esencia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y communio, y está llamada a ser hogar que dé vida y esperanza a los seres humanos hasta más allá de la muerte.
Kurt Koch insiste en la necesidad urgente de iniciar a las personas al bautismo y la eucaristía, centro de la vida eclesial. Expone también cuáles son los gestos fundamentales de la comunidad eclesial: la predicación, la liturgia y la diaconía. Y, tras presentar tres dimensiones de la Iglesia: mariana, apostólica y católica, concluye su obra con esta expresión de su pasión por el ecumenismo: «Para quien quiere permanecer fiel al impulso ecuménico del concilio Vaticano II, una cosa es segura: que solo un ecumenismo que anhela profundamente la unidad visible de la Iglesia, y que ora y labora por esa unidad, es fiel al concilio y conducirá hacia un futuro esperanzador. Porque también y especialmente en la recuperación ecuménica de la unidad visible de la Iglesia se juega la catolicidad plena de la Iglesia y su testimonio digno de crédito en el mundo actual».
KURT KOCH, nacido en Emmenbrücke (Cantón de Lucerna, Suiza) en 1950, obtuvo su licenciatura en teología en 1975 y fue ordenado sacerdote en 1982. Doctor en teología con la tesis «El Dios de la historia. La teología de la historia en Wolfhart Pannenberg como paradigma de una teología filosófica en perspectiva ecuménica», fue catedrático de teología dogmática y ciencia litúrgica en la Facultad de teología de Lucerna.
Obispo de la diócesis de Basilea (1995-2010) y presidente de la Conferencia Episcopal Suiza (2007-2009), fue nombrado por Benedicto XVI en 2010 presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y fue confirmado en este ministerio por el papa Francisco en 2014. Creado cardenal en 2010, es miembro, entre otros dicasterios de la Curia romana, de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.